Devenir. Psicología y Salud - Sevilla, Sevilla

Claudia R.

Hacía tiempo que sentía la necesidad de acudir a terapia, así llegué a Paula.

La verdad es que en nuestro primer encuentro no tenía ni idea de como me iba a ayudar. A día de hoy he conseguido gestionar asuntos internos, he empezado a mirar por mi, a cuidarme, a observarme, a tomar decisiones y he recuperado confianza (tanto en mi como en las personas). Su acompañamiento en mi proceso, su ayuda, todo, ha sido crucial y siento que soy más libre. Es una grandísima profesional.

Muchísimas gracias, de nuevo, Paula, podría estar así eternamente porque por fin me siento bien conmigo misma, me siento yo. Gracias de corazón.

Eva M.

Hace unos años, estando de vacaciones en casa de mi madre, sufrí una crisis de ansiedad. La sensación fue tan desagradable, tan demoledora, que me prometí a mí misma que buscaría ayuda. Ese mismo otoño, pedí cita con un psiquiatra que, tras escuchar mi caso, me derivó a terapia. Yo no quería medicarme y mi problema era que estaba comenzando a sentir odio y rechazo hacia mi madre, me ahogaba cuando estaba junto a ella o la escuchaba, pero me sentía tremendamente culpable cuando me alejaba. Dado que me negaba a medicarme o a romper toda relación con ella, como el psiquiatra sugería, la única opción viable parecía ser la terapia. Fue ahí cuando conocí a Paula y mi vida y mi percepción de la misma comenzaron a cambiar.
Yo iba con la idea de aprender a lidiar con la actitud negativa de mi madre, deseando aprender técnicas para cambiarla y, de ese modo, liberarme de mi sentimiento de culpa y dejar de odiarla.
Lo que descubrí a través del proceso por el cual me condujo Paula ha sido la mayor revelación que he tenido en mi vida: no puedo cambiar a nadie más que a mí misma y desear cambiar a otros solo me va a traer desasosiego, culpa e infelicidad.
Todo aquel largo camino que recorrimos juntas (en mi caso bañada en lágrimas en cada sesión; en su caso con comprensión, empatía, paciencia y profesionalidad infinitas), me arrojó luz sobre aspectos de mi personalidad de los cuales no me había percatado y comprendí que, mi relación tóxica con mi madre, se reproducía en otros ámbitos de mi vida que yo consideraba perfectamente sanos.
Gracias a Paula y a todo este duro proceso, comprendí la importancia que tiene el autocuidado y el responsabilizarme de mi niña interior. Lograr ponerlo en práctica de forma efectiva es algo que, no obstante, todavía me encuentro acometiendo en la actualidad. Imagino que, como todo lo que es valioso en la vida, precisa de esfuerzo, cariño, dedicación y mucho tiempo.
Doy gracias a la vida por haber puesto a personas como mi madre y Paula en mi camino, pues, gracias a ellas, soy la persona que soy y tengo la oportunidad de cambiar y comenzar a cuidarme.

María V.

Creemos que podemos solos, que dejando pasar el tiempo, todo se arreglará. Pensamos que nos conocemos bien, que sabremos cómo gestionar cualquier crisis, ataque de ansiedad o depresión que nos tumbe, pero no es verdad. El tiempo nos calma, pero el problema volverá a repetirse, como un bucle, una y otra vez, hasta que tocamos fondo y entonces nos damos cuenta de que sí necesitamos ayuda.

Paula, gracias por haberme acompañado en este camino, tan difícil y desconocido a veces, pero tan necesario; por hacerme las preguntas adecuadas; por obligarme a buscar dentro de mí y a mirar a mi trauma de frente; gracias por enseñarme a ser más independiente y más capaz; por darme las herramientas que no tenía y por empujarme a la vida de nuevo, esta vez, con un filtro de otro color. Tu empatía y sensibilidad han sido mi balsa durante todos estos meses. He remado duro y sigo remando, pero ahora sí sé hacia dónde voy. Gracias de todo corazón.

Juan A. O. M.

Francisco D. A. F.

EVA C.

Menchu G. D. L. H.